Las habilidades cognitivas son esencia para todos los niños cuando se comercio de formarse, afrontar problemas cotidianos y tener éxito en la escuela. ¿Pero como podemos los padres fomentar estas habilidades en nuestros hijos? Sin duda, el estilo de vida tiene un gran impacto.
Una nueva investigación realizada en Finlandia ha identificado una serie de medidas que los padres pueden tomar para promover mejores habilidades en sus hijos.
Científicos de la Universidad del Este de Finlandia examinaron durante dos abriles, el impacto de la dieta, la actividad física y el comportamiento sedentario en la cognición de 397 niños finlandeses de escuela primaria.
Encontraron que mejorar estos tres hábitos en la vida cotidiana de los niños tuvo un impacto positivo durante los dos primeros abriles de escolarización que duró el estudio.
Mejor calidad en la dieta: menos carne roja y más lácteos
“Los niños con hábitos alimentarios más saludables mostraron un anciano exposición cognitivo que otros niños. Específicamente, una mejor calidad genérico de la dieta, un beocio consumo de carne roja y una anciano ingesta de productos lácteos bajos en lubricante se vincularon con mejores habilidades de razonamiento”, dice el investigador doctoral Sehrish Naveed en un comunicado de la universidad.
Más tiempo de repaso
Así como alterar en una dieta saludable, los expertos apuntan que animar a los niños a descubrir y que inviertan anciano tiempo al día a la repaso, es muy beneficiosos para el exposición de las habilidades de razonamiento.
Aumentar el tiempo diario de repaso a 60 minutos se relacionaron con puntuaciones de razonamiento más altas.
Practicar deportes organizados
«La praxis de deportes organizados parece agraciar la capacidad de razonamiento”, señala el Dr. Eero Haapala, uno de los autores del estudio.
Al menos 45 minutos diarios dedicados a deportes organizados ayudó a los niños pequeños a analizar y evaluar situaciones en tiempo auténtico.
Más específicamente, los niños que tendían a suceder más tiempo leyendo y practicando deportes organizados mostraron habilidades de razonamiento más fuertes que sus compañeros de clase que no lo hacían.
Por su parte, un uso excesivo de pantallas, así como actividad física al brisa huido, pero sin supervisión, se relacionaron con puntuaciones de razonamiento más bajas.
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