Saltar al contenido
Tienda de Unicornios Online

Cómo enseñar a los niños a ser compasivos y sensibles al dolor de los demás

18 septiembre, 2023

La compasión es un sentimiento de pena, de ternura y de identificación en presencia de el sufrimiento superficial. A través de este sentimiento podemos conectar con el dolor de las personas y empatizar con ellas. Es como un motor que nos impulsa a la hora de ayudar a los demás.

Cultivar este sentimiento en los más pequeños es un pilar fundamental para su inteligencia emocional. Ayudando a otros niños pueden conocerse más a sí mismos y adicionalmente, desarrollar ciertas habilidades sociales y emocionales. ¿Cómo fomentar la compasión en los niños?

Amabilidad, el valor más importante que los padres quieren enseñar a sus hijos

La compasión: qué es y cómo nos ayuda

Como decíamos, la compasión es la emoción que nos permite percibir el dolor superficial (incluso al nuestro propio, a través de la autocompasión), ser sensible a él y contestar a través de conductas de ayuda, de audición, de amabilidad…

La compasión es la emoción que nos permite percibir el dolor superficial, ser sensible a él y contestar a través de conductas de ayuda, de audición, de amabilidad…

A los niños la compasión les ayuda a entender a las otras personas, a detectar cuándo pueden precisar esa ayuda y por consiguiente, a ayudarlas. Y, por otro costado, la autocompasión les ayuda a ser sensibles a sus propias evacuación, identificando qué necesitan en cada momento; por ejemplo, cuándo necesitan descansar, cuándo necesitan sentir, pedir ayuda, murmurar con algún…

Niños reconcorosos: cómo enseñarles que guardar rencor no conduce a ningún lado

Cómo enseñar a los niños a ser compasivos

¿Cómo podemos enseñar a los niños a ser más compasivos con los demás? Hay algunas ideas que pueden ayudarnos:

1. Ser su ejemplo

Si quieres que tus hijos sean compasivos, sé tú incluso compasivo, a través de tus palabras pero incluso de tus hechos. Podemos serlo por ejemplo ofreciendo ayuda a quien lo necesite: «¿estás perfectamente?», «¿necesitas ayuda?», «¿quieres que me quede?». Recuerda que los niños aprenden en gran parte por imitación, a través del ejemplo, y que somos sus referentes.

2. Practicar la solidaridad

La compasión incluso puede manifestarse a través de la solidaridad. Podemos educar a los niños en el valencia de la solidaridad a través de pequeños actos que podemos hacer juntos, como.

¿Tu hijo quiere hacer un voluntariado? Dónde y cómo puede hacerlo

3. Inquirir juntos formas de ayudar

Se negociación de apañarse, conjuntamente, formas de ayudar a las personas, en el día a día. Podemos murmurar de situaciones que se ha contrario en las que podría ocurrir ayudado (o en las que él ha sido ayudado).

Se negociación de apañarse, conjuntamente, formas de ayudar a las personas, en el día a día. Podemos murmurar de situaciones que se ha contrario en las que podría ocurrir ayudado.

Por ejemplo, si estando en el parque otro irreflexivo llora porque se le ha roto el muñeco, una idea puede ser compartir sus juguetes para que se sienta mejor, o si algún se cae y se hace daño, podemos preguntar «¿estás perfectamente?», y tenderle la mano.

A veces con una palabra y un sencillo ademán, podemos ayudar mucho. O si por ejemplo su hermano pequeño necesita ayuda con los deberes, ¿cómo puede ayudarle?

Empatía en los niños, ¿cuándo aparece y cómo se desarrolla?

4. Reflexionar juntos

Reflexionar con él sobre qué significa qué algún lo esté pasando mal, y qué podemos hacer para ayudar a las personas que nos necesitan. «¿Cómo sabemos que algún lo está pasando mal?», ¿»De qué forma podemos ayudar con nuestros actos?» (por ejemplo, podemos hacer una profusión de ideas).

Hay algunos bienes que nos pueden ayudar a promover esa advertencia de forma más dinámica y divertida, como películas, cuentos y libros donde la compasión y el ayudar a los demás estén presentes.

5. Hacer un dibujo

Otra idea para cultivar la compasión en los niños es a través de la creatividad. Podemos hacer juntos un dibujo sobre algún día que ayudamos a algún, y explicar cómo nos sentimos ese día.

O un dibujo sobre qué significa, para nosotros, ayudar a los demás, empatizar… Cuando a los niños se les anima a dar rienda suelta a su imaginación, su mundo emocional aflora, y es formidable porque podemos lograr más fácilmente a él.

6. Enseñar a perdonar

Para cultivar la compasión, incluso es imprescindible formarse a perdonar. Ser rencorosos nos aleja de esa compasión que nos hace humanos. En cambio, el perdón permite restablecer. Pero ojo, porque perdonar no es hacedero, y muchas veces hacerlo requiere tiempo y advertencia.

Es importante, adicionalmente, hacer entender a los niños que perdonar no significa olvidar, que las cosas no puedan dolernos o que no sea importante ser responsables con los propios actos. Pero sí es, en cambio, darse permiso para soltar y así, poder avanzar.

Enseñar a pedir perdón a los niños: cómo hacerlo y por qué es importante

7. Enseñar a escuchar

Finalmente, otra forma de enseñar a ser compasivos es enseñar a escuchar (para poder entender el dolor o las dificultades ajenas). Pero escuchar de verdad, con el corazón libre. ¿Qué es una audición activa?

Aquella en la que ponemos atención a lo que el otro nos está diciendo, sin juzgarlo, que nos lleva a hacer preguntas, a mirar directamente a los fanales del otro, a respetar los silencios y a mostrar curiosidad e interés por sus palabras.

Podemos enseñar la audición activa a través de juegos o mímica (donde se aprende a entender y potenciar el lengua no verbal, tan importante en la audición activa).

Foto | Portada (Freepik)