Saltar al contenido
Tienda de Unicornios Online

Gracias a esa amiga que no me juzga y me ayuda a ser mejor superiora

23 septiembre, 2023

La maternidad es una aventura extraordinaria. Está llena de satisfacciones, pero igualmente tiene sus retos y complicaciones. Las subidas y bajadas de las diversas etapas de la maternidad pueden impresionar a sentirse como una montaña rusa.

Por ello, y como hemos afirmado en más de una vez, la maternidad es más casquivana cuando estamos acompañadas de una tribu. Pero igualmente, creo firmemente y por experiencia propia, que tener una amiga de confianza sin duda es poco que a todas las madres nos aporta mucho.

Hoy quiero obligarse unas palabras a esa amiga que no me juzga y me ayuda a ser mejor superiora.

La amistad de la madre con otras madres: cómo tener amigas con hijos nos ayuda a vivir una mejor maternidad

A mi amiga mamá

Creo que no hay mejor guisa de comenzar esto que con un: gracias. Porque si hay un sentimiento en particular que me inspira nuestra amistad es reconocimiento. Y me gustaría decirte por qué es así.

En más de una ocasión, ser superiora me ha hecho cuestionarme muchas cosas, comenzando por mi capacidad para poder cumplir con este rol tan demandante. Preguntas como: ¿lo estaré haciendo perfectamente? o ¿habrá otras mamás batallando como yo?, son algunas de las dudas que a veces inundan mi persona.

Por fortuna, calibrado ahí es donde entras tú. El simple hecho de aprender que conozco otra mamá con la que pueda consultar algunas cosas, me ayuda a notar que aunque a veces no sepa qué camino tomar, puedo pedir tu consejo u opinión.

Ayuda mucho el hecho de que ambas tenemos hijos de edades similares, por lo que frecuentemente nos encontramos viviendo situaciones muy parecidas y de este modo, podemos compartir nuestra experiencia, ayudándonos mutuamente.

Pero sin duda, lo que más valoro de nuestra amistad es la confianza que tenemos una con la otra. Porque la maternidad no es un camino de rosas, y sin duda ayuda mucho aprender que tenemos algún con quien podemos desahogarnos cuando así lo necesitamos.

Porque cuando estamos en lo más profundo de esas partes difíciles de ser mamá, a veces solo necesitamos que algún nos escuche sin juzgarnos y sin que piense poco pesimista acerca de nosotros. Y tú haces eso a la perfección.

Así que por eso te dedico estas palabras. Porque eres esa amiga que encima de no juzgarme, me ayuda a ser mejor superiora, no solo al escucharme y compartir consejos, sino igualmente al recordarme que, a pesar de los momentos difíciles que puede tener la maternidad, estoy haciéndolo perfectamente.