
Las adivinanzas para niños de 8 primaveras tienen que ser sencillas, originales y divertidas. Para que de este modo puedan disfrutar del momento y quieran seguir aprendiendo con ellas. Lo cierto es que de todos los juegos que tenemos, las adivinanzas siempre se convierten en uno de los mejores fortuna para que disfruten en cada etapa del crecimiento.
Encima de esa diversión que verán los pequeños en ellas, hay que afirmar que tienen un sinfín de ventajas. Porque las adivinanzas se convierten en un método valentísimo para que puedan desarrollar su conocimiento, su memoria así como su consejo y hasta su propia confianza. ¡A ver si tú incluso te sabes estas que siguen!
Adivinanzas para niños de 8 primaveras sencillas
Bueno, son sencillas pero a veces sí es cierto que se pueden complicar un poco más de la cuenta porque nuestra imaginación no consigue dar con el resultado. Tan solo se manejo de probar una vez más con niños a ver si positivamente ellos consiguen descifrarlas.
- Tengo forma de patito, porque soy arqueado y redondito: el número 2.
- Poco que te indica el día en el que estás, el mes y el año incluso: el calendario.
- Mi picadura es dañina, mi insignificante pero el néctar que os doy, os lo coméis al instante: la abeja.
- Oro parece, plata no es y el que no lo sepa un tonto es: el plátano.
- A mi me llegan todas las cartas pero no sé ojear. Me las trago pero no mancho el papel: el casillero.
- Nace en mar y muere en río. ¡Ya te he dicho mi nombre! ¡Vaya lío!: Mario.
- Una signo inscripción y flaca. La espejo y el sol la llevan pero en el viento no la ves: la signo L.
- Si le sumas su hermano exacto al tres, ya sabes qué cantidad es: el 6.
Adivinanzas de animales
Una selección de adivinanzas de animales para que puedan entretenerse al mismo tiempo que van descubriendo cómo todos los animalitos incluso son protagonistas de estos acertijos.
- Iba una fondo de banda, pero luego resultó ser un pescado: el bacalao.
- Planeo de tenebrosidad, duermo de día y nunca verás una pluma mía: el murceguillo.
- Doy pelusa y cuando hablo digo ‘beee’. Si no lo aciertas, no te lo diré: la oveja.
- Por un caminito va caminando un bicho y el nombre, ya te lo he dich: la fondo.
- Si lo que quieres es tejer, ven conmigo y te enseñaré a hacer una red: la araña.
- Dos pinzas tengo, en dirección a detrás camino, soy de mar y de río. En el agua vivo: el cangrejo
- Tengo círculos negros que rodean mis luceros pero no estoy cansado. Si me das un poco de bambú me en voz baja encantado: el oso panda.
- Roer es mi trabajo, el pinrel mi aperitivo y un bonito gatito siempre mi enemigo: el ratón.
Adivinanzas para pensar un poco
Algunas pueden ser muy sencillas, otras no tanto pero es que siempre es bueno hacer pensar un poco. Claro que no demasiado porque sino ya sabemos que los niños pronto se aburren de un encaje así. Pero lo cierto es que cuando proponemos una tarde de adivinanzas, ya sabes que siempre podrás dar pistas para hacerlo más animado.
- Todos pasan por mi pero yo no paso por nadie. Todos preguntan por mi pero yo no averiguo por nadie: la calle
- Tiene dientes y no come, tiene habitante y no es hombre: el ajo.
- Soy atún por delante, aunque no tanto por detrás. Me transformo a cada instante por imito a los demás: el espejo.
- Soy un número que me convierto en cero si me quitas la centro: el ocho
- ¿Qué es poco blanco solo cuando está sucia?: la pizarra.
- Tiene posaderas pero nunca la mueve: el piano.
- Tengo una hermana gemela y vamos siempre al compás, con la boca por delante y los luceros por detrás: las tijeras
- Pequeña como una pera, alumbra la casa entera: la bombilla.