
Promover, proteger y cuidar la lozanía mental de nuestros hijos e hijas es una de las responsabilidades que tenemos no solo como comunidad sino como sociedad en caudillo. Para ello debemos implicarnos cada uno de nosotros desde nuestras pequeñas parcelas pidiendo encima políticas públicas que nos ayuden a poderlas arrostrar a extremo. Hoy trato de ofrecerte algunas estrategias básicas para poder hacerlo, no sin antiguamente explicar qué entendemos por lozanía mental.

¿Qué es la lozanía mental?
La Estructura Mundial de la Lozanía (OMS) define la lozanía mental como un estado de bienestar en el cual la persona es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.
En la infancia, la lozanía mental se define por la capacidad de que puedan alcanzar los indicadores del exposición cognitivo, emocional y social para que sean capaces de hacer frente a los problemas que puedan presentarse.
Siguiendo la definición de Espai Congoos a quienes hemos consultado para realizar este post en cualquier caso entendemos la lozanía mental como parte fundamental del bienestar de cualquier persona.
¿Como fomentar y prolongar la lozanía mental de la infancia?
Un modo de promover, fomentar y prolongar la lozanía mental de nuestros hijos es tratando de seguir ciertas recomendaciones que pasamos a detallar a continuación:
- Crea un vínculo seguro durante sus primeros abriles de vida atendiendo a sus deposición no solo físicas, sino igualmente las emocionales.
- Establece rutinas, los niños pequeños necesitan un ámbito predecible que les de seguridad, las rutinas ayudan mucho a crear un ámbito estable y estructurado, y reducen la aparición de muchas de las rabietas que presentan los niños sobre los dos abriles.
- Juega con tu hijo y permite que lo haga solo a ratos, sin que nadie le estructure el ocio. Pugnar debería ser la principal tarea de nuestros hijo ya que es esencial para su exposición.nima el ocio creativo, ya que les ayuda a expresarse y a liberar tensiones.
- Fomenta el ocio fugado y al ventarrón fugado. Los niños necesitan aventurar sin que nadie les diga constantemente cómo, qué y cuando. Necesitan aventurar al ventarrón fugado, fuera las cuatro paredes de casa o de la escuela, necesitan estar en contacto con la naturaleza, explorando su entorno y descubriendo por sí mismos los límites de su cuerpo. Poder aventurar en entornos abiertos, ofrece a los niños un sitio donde pasar, saltar, brincar o esquivar objetos. De este modo, al moverse autónomamente y poner su cuerpo a prueba, los niños liberan tensiones y su cerebro, al igual que el nuestro cuando hacemos deporte, produce unas sustancias químicas llamadas endorfinas, tienen género muy beneficiosos sobre el estado de actitud, reduciendo el estrés y la ansiedad. Pero encima mejoran el sueño y potencian su autoestima.
- Acento con él y escúchale con atención. Estimula su estilo vocal y estate atento a cualquier dificultad o retraso en la adquisición del acento, equivocación de fluidez, o variación similar. Para más información puedes consultar este logopeda en Granollers.
- Ayúdale a identificar y expresar sus emociones. Permite que exprese sus emociones y sentimientos sin negárselos ni minimizarlos, ayúdale poner nombre a cada emoción, y enséñale estrategias de regulación emocional cuando se sienta desbordado como pueden ser la respiración, ejercicios de yoga o salir a pasear.
- Estimula hábitos de provisiones saludable y de gimnasia físico. La actividad física regular está vinculada a una mejor lozanía mental. Sal con tus hijos a realizar deporte y animales a tener una vida activa.
- Limita el tiempo en pantalla. El exceso de tiempo frente a pantallas puede afectar negativamente la lozanía mental. Establece límites de tiempo y promueve actividades fuera de las pantallas.
- Comunicación abierta: Fomenta un ámbito en el que tus hijos se sientan cómodos compartiendo sus pensamientos, emociones y preocupaciones contigo. Audición activamente y muestra empatía. La empatía es el mejor puente de unión entre padres e hijos, sin ella la convivencia se erosiona, nos sentimos incomprendidos y nos volvemos invisibles.
- Practica el autocuidado: Los niños aprenden mucho observando a sus padres. Asegúrate de que igualmente estás cuidando tu propia lozanía mental y gestionando el estrés de guisa saludable.
- Fomenta relaciones sociales: Las relaciones saludables son esenciales para la lozanía mental. Ayuda a tus hijos a desarrollar habilidades sociales y a prolongar conexiones con amigos y familiares.
- Proporciona apoyo emocional: Si notas signos de problemas de lozanía mental en tus hijos, como cambios de comportamiento significativos, aislamiento o tristeza persistente, sondeo la ayuda de un profesional de la lozanía mental.
- Permite el error, no persigas la excelencia. El error forma parte del enseñanza y es un excelente pedagogo.
- Establece límites y normas adecuadas a su etapa y nivel de sensatez. Los límites aportan seguridad a los niños, son esas líneas rojas que no deben saltar y que tienen que ver con la integridad física de nuestros hijos. Las normas son ese sistema de reglas que regulan la convivencia en casa, estas pueden ser más o menos flexibles y cambiantes.
- Sé un maniquí a seguir positivo: Tu comportamiento y aire con destino a la vida tienen un impacto profundo en tus hijos. Muestra resiliencia, manejo de situaciones difíciles y una aire positiva con destino a los desafíos.
Conclusión
Recuerda, cada comunidad es única y cada chaval igualmente. Comercio de seguir algunas de estas pautas para promover la lozanía mental de tus criaturas, pero no te obsesiones ni te autocastigues si en algún momento tienes dificultades para poderlas arrostrar a extremo. Estas son solo algunas recomendaciones a seguir pero no las únicas.
El veterano hacedor de protección frente a los problemas de lozanía mental en la infancia es que los niños tengan una comunidad comprensiva y afectuosa que les proporcione una pulvínulo segura desde la que explorar el mundo y a la que retornar a refugiarse.
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