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¿A que edad pueden los adolescentes ir al gimnasio?

5 marzo, 2024

Adolescente en el gimnasio

A las madres, preocupadas por la salud y el bienestar de sus hijos adolescentes, les surge a menudo preguntas cuando sus hijos le comunican el deseo de ir al gimnasio. ¿A que edad pueden los adolescentes ir al gimnasio? ¿Qué beneficios y peligros puede tener? Todas sabemos que la actividad física es fundamental en esta etapa de crecimiento, pero escuchar las recomendaciones y preocupaciones nunca está de mas.

¿A qué edad pueden comenzar los adolescentes a ir al gimnasio?

Aunque existen voces con distintas opiniones sobre la edad a la que los jóvenes pueden comenzar a ir al gimnasio, la mayoría están de acuerdo en que sea a partir de los 14 años. Siempre y cuando las rutinas sean guiadas en un principio por un entrenador para adaptar las cargas de trabajo a su peso y edad para evitar lesiones.

En España, los jóvenes pueden inscribirse en el gimnasio a partir de los 16 años, sin embargo la mayoría aceptan también a los mayores de 14 años si tienen el consentimiento materno o paterno para ello. Por lo que a partir de esa edad podrían comenzar a ejercitarse en uno.

Beneficios de ir al gimnasio

Ir al gimnasio aportar a los adolescentes una serie de importantes beneficios tanto a nivel físico como a nivel emocional, que pueden contribuir a una vida más saludable y equilibrada en el futuro. Algunos de los mas importantes son:

Gimnasio

  • Mejora la salud física. El ejercicio regular en el gimnasio contribuye a fortalecer la musculatura, mejorar la resistencia cardiovascular, y mejorar la coordinación y el control de los movimientos, lo cual es crucial en esta etapa de crecimiento y desarrollo.
  • Contribuye a mantener un peso corporal saludable. Moverse con intensidad moderada puede ayudar a mantener un peso saludable y mejorar s composición corporal.
  • Impacto positivo en la salud mental. Hacer deporte libera endorfinas y mejora el estado de ánimo lo que contribuye a reducir el estrés y la ansiedad y esquivar la depresión. Además la práctica de ejercicio físico ayuda a los adolescentes a sentirse más seguros de sí mismos al ser conscientes de los progresos que van haciendo en términos de fuerza, resistencia e imagen corporal.
  • Fomento de hábitos saludables. Es durante la adolescencia cuando se establecen los hábitos alimenticios y de ejercicio, por lo que ir al gimnasio puede fomentar un estilo de vida activo y saludable que perdure en el tiempo. Además de enseñar a resistir y sobreponerse a momentos de cansancio, muestra que el esfuerzo tiene recompensa.

Es importante recordar que para que para que estos beneficios sean reales resulta imprescindible quela práctica de ejercicio sea segura y bajo la supervisión en un principio de un profesional. Además claro de la propia supervisión de los padres que deben interesarse por los avances y sensaciones de su hijo o hija para detectar cualquier problema.

Peligros del gimnasio

Los beneficios son numerosos pero también existen ciertos peligros que debemos conocer. No directamente asociados con el gimnasio pero si con el hecho de no adaptar los ejercicios, utilizar correctamente el equipo o sentirse presionados para alcanzar ciertos estándares de belleza o rendimiento físico.

  • Lesiones y fatiga. La supervisión es clave para que los adolescentes aprendan a utilizar correctamente el equipo y las máquinas gimnasio. Pero también para que no levanten más peso del que puedan manejar de forma segura. De otra forma existe un riesgo de sufrir lesiones musculares o articulares.
  • Fatiga. Otro problema puede surgir del sobre entrenamiento, que puede acarrearles además de lesiones fatiga crónica y falta de energía.
  • Trastornos alimentarios o de la imagen corporal. Los adolescentes deben ser conscientes de la importancia de mantener un equilibrio en su entrenamiento y no caer en comportamientos que pongan en riesgo su salud física y mental. En algunos gimnasios, los adolescentes pueden sentirse presionados para alcanzar ciertos estándares de belleza o rendimiento físico, lo que puede afectar su autoestima y promover el riesgo de desarrollar vigorexia, que es una obsesión patológica por desarrollar una musculatura excesiva.
  • Uso de sustancias: Algunos adolescentes pueden verse tentados a usar sustancias como esteroides o suplementos para mejorar su rendimiento físico, lo que puede ser perjudicial para su salud a largo plazo.

En resumen, que los adolescentes acudan al gimnasio a realizar ejercicios cardiovasculares, dominadas, o levantar pesas a partir de los 14 años, resulta beneficioso siempre y cuando lo hagan de manera responsable y bajo supervisión. El ejercicio físico puede proporcionarles beneficios significativos para su salud y bienestar, pero es fundamental estar informados sobre los posibles riesgos y mantener un equilibrio.