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El estrés, un enemigo de la fertilidad

7 marzo, 2024

estrés

La fertilidad es un elemento esencial y clave en la vida de muchas parejas de hoy en día. Sin embargo hay que indicar que en la sociedad actual, el estrés se ha convertido en un factor presente en el día a día, llegando a afectar de una manera directa a la citada fertilidad e impedir que la mujer pueda concebir.

En el siguiente artículo vamos a hablarte de una manera más detallada de la relación que existe entre el estrés y la fertilidad y cómo dicho estrés puede influir en el proceso relativo a la reproducción humana.

La hormona del estrés

La hormona del estrés es el cortisol y si los niveles de dicha hormona son bastante elevados, puede llegar a tener incidencia directa en el proceso de la ovulación y a la hora de concebir. El gran problema de esto es que existen mujeres que se niegan en rotundo a reconocer que sufren estrés y que dicha situación tiene relación directa con la poca fertilidad.

Las mujeres que son capaces de reconocer dicho estrés y se someten a un tratamiento específico para rebajar los niveles del citado estrés, tienen muchas más posibilidades de quedarse embarazadas. Ello se debe en gran medida a la labor que realiza el profesional en cuestión como es el caso del psicólogo.

El impacto del estrés en la fertilidad

Hay que empezar por saber en qué va a consistir el estrés. El estrés es una respuesta natural del organismo ante situaciones concebidas como amenazantes. Desde el punto de vista fisiológico, el estrés va a activar una serie de mecanismos de tipo hormonales, como es el caso de la liberación de cortisol y adrenalina, que van a preparar al cuerpo para poder enfrentarse a la situación estresante. Sin embargo, puede ocurrir que el estrés vaya a más, se vuelva crónico y tenga serias consecuencias a nivel de salud y en lo que concierne a la fertilidad.

En el caso de las mujeres, el estrés crónico va a alterar el ciclo menstrual y afectar de una manera negativa a la ovulación. Diversos estudios han podido demostrar que aquellas mujeres que tienen altos niveles de estrés en su día a día, tienen muchas más probabilidades de experimentar irregularidades en su ciclo menstrual, algo que tiene una incidencia directa en lo que concierne a la fertilidad. Además, el estrés también va a afectar a la calidad de los óvulos y reduce de una manera importante las posibilidades de tener éxito en el proceso de la fertilización.

En el caso de los hombres, el estrés crónico va a tener una incidencia negativa en la calidad del esperma. Diversos estudios han podido constatar una relación directa entre el estrés y la disminución en lo que concierne a la concentración, motilidad y morfología del esperma. Esto va a provocar cierta dificultad en la capacidad de los espermatozoides para poder fertilizar un óvulo con éxito, provocando serios problemas relacionados con la fertilidad.

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Mecanismos biológicos

A la hora de entender cómo el estrés va a afectar la fertilidad, es importante estudiar los mecanismos biológicos involucrados en el tema. El estrés crónico va a desencadenar una respuesta inflamatoria en el cuerpo, que a su vez interfiere de una manera directa en la actividad reproductiva. Además de esto, el estrés también afecta de manera directa al equilibrio hormonal, llegando a alterar la producción de hormonas que intervienen en la reproducción, como es el caso de la hormona luteinizante.

Además, el estrés crónico afecta al sistema inmunológico de la persona, lo que provoca que aumente la producción de citoquinas inflamatorias que interfieren en la implantación del embrión en el útero. Esto puede causar un riesgo alto de sufrir un aborto involuntario y complicar la propia concepción.

Incidencia psicológica

Además de los efectos directos sobre los procesos biológicos, el estrés también puede tener cierta incidencia en la salud mental y emocional de aquellas personas que intentan tener un bebé. La aparición de la infertilidad va a tener una gran incidencia a nivel emocional de la pareja, provocando sentimientos como la ansiedad o la depresión.

La presión que hay sobre el hecho de quedarse embarazada, va a provocar grandes tensiones en las relaciones de pareja, afectando de manera negativa a la calidad de vida y a la felicidad de la pareja. Si esto ocurre es importante ponerse en manos de un buen profesional que sea capaz de exponer las herramientas necesarias para lidiar con tal problema.

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Cómo manejar el estrés

Teniendo en cuenta que el estrés es un enemigo de la fertilidad, es importante seguir una serie de pautas que permitan manejar dicho estrés:

  • Es importante el buscar el apoyo de un buen terapeuta, que ayude a abordar de la mejor manera posible los aspectos emocionales del estrés relacionado con la infertilidad.
  • El ejercicio físico puede ayudar a reducir los niveles de estrés en el cuerpo y mejorar el estado de ánimo y el bienestar.
  • Resulta aconsejable el practicar de manera habitual técnicas de relajación como la meditación o la respiración profunda. Estás técnicas son perfectas a la hora de rebajar los niveles de estrés del día a día.
  • Es recomendable el establecer límites claros y saber decir no cuando proceda para evitar que pueda aparecer el temido estrés.
  • Es bueno dedicar tiempo a hacer actividades que hagan olvidar el estrés y que ayuden a conseguir cierta felicidad y bienestar general. Esta clase de actividades ayudan a desconectar y a relajarse.

En definitiva, no cabe duda y ha quedado demostrado por numerosos estudios que el estrés va a tener una incidencia directa en el campo de la fertilidad. Dicha incidencia afecta por igual a hombres y mujeres. Comprender los efectos que tiene el estrés tanto en los procesos biológicos como psicológicos en el campo de la reproducción es esencial a la hora de abordar de la mejor manera posible los desafíos propios de la infertilidad. Es totalmente aconsejable hacer todo lo posible para poder manejar el estrés, ya que de esta manera van a aumentar las posibilidades para poder concebir y conseguir el tan ansiado bienestar.