Cada vez hay más solteros en España. Así lo confirma el Instituto Nacional de Estadística (INE); su informe más reciente estima que en España hay más de 14 millones de personas solteras (y por primera vez, los solteros superan a los casados).
A esto se le suma que los modelos de relación están en constante evolución, y que cada vez son más las personas que se adhieren a nuevas formas de vincularse (relaciones abiertas, poliamor…). Y entre estas nuevas tendencias en España encontramos la agamia, una tendencia que desafía las convenciones tradicionales del matrimonio y el hecho de tener pareja en general.
Eso sí, es importante distinguir la ‘agamia’ de la ‘monogamia’, que implica la unión exclusiva con una sola persona, y la ‘no mogamia’, que implica mantener múltiples vínculos emocionales simultáneamente, o de la soltería no escogida (querer pareja y no tenerla).
Agamia: una tendencia que transforma las relaciones e implica vivir sin ataduras
La palabra ‘agamia’ proviene del griego: ‘-a’ (no, sin) y ‘gamos’ (unión íntima, matrimonio) («sin unión íntima/sin matrimonio»). Es una filosofía de vida que se sustenta en la idea de vivir sin ataduras matrimoniales o de pareja y sin compromisos exclusivos a largo plazo (priorizando otras cosas como la autonomía y el autoconocimiento).
Pero no es lo mismo seguir la agamia que ser soltero; en la soltería se puede querer pareja (pero, por los motivos que sea, no encontrarla), mientras que en la agamia, no se tiene ningún interés en tenerla, se es feliz siendo una persona soltera y se quiere seguir siéndolo, ya que se ha abandonado el modelo de monogamia.
En la soltería se puede querer pareja (pero, por los motivos que sea, no encontrarla), mientras que en la agamia, no se tiene ningún interés en tenerla.
Así, son personas que rechazan activamente buscar pareja o que prefieren vivir solas, sin compartir sus experiencias vitales, la convivencia o los planes futuros con otra persona.
Eso sí, no se cierran al amor (en un sentido más amplio al tradicional) o a las relaciones sexuales (pero sí a tener una relación seria), y priorizan el autoconocimiento y la satisfacción sexual antes que el compromiso emocional o vital con otra persona.
Pero, ¿cómo saber si la agamia es para ti? Te proponemos cinco preguntas que pueden ayudarte a comprender si esta tendencia se alinea con tus valores y preferencias personales (si respondes «sí» a ellas es que la agamia resuena contigo).
1) ¿Valoras tu independencia y autonomía por encima de la vida en pareja?
La primera pregunta (y más importante) que debes hacerte es esta. Podrá gustarte más o gustarte menos la vida en pareja, pero si eres agámico, priorizas tu independencia y autonomía por encima de tener una relación ‘seria’, estable o ‘tradicional’. Y claro que es posible tener independencia estando en pareja, pero no al 100%, y en tu caso, prefieres ser autónomo y no tener pareja (con todas las responsabilidades que supondría tenerla).
2) ¿Te apetece más estar soltero que hacer planes futuros con alguien?
A menudo, y por lo que se entiende socialmente, tener pareja implica hacer planes a largo plazo con el otro (planes conjuntos). Por eso debes preguntarte si eso te apetece o si te gusta más estar soltero, sin comprometerte a estos planes y haciendo las cosas a tu manera (en plena independencia). Porque entonces, tal vez la agamia sea lo tuyo.
3) ¿Consideras que el matrimonio está obsoleto?
Los agámicos no quieren pareja, y mucho menos, casarse. Y es que para muchos agámicos, el matrimonio representa una estructura anticuada que no se ajusta a sus valores o estilo de vida.
Ven el matrimonio como una institución social que impone expectativas y restricciones innecesarias a las relaciones. Así, prefieren formas más flexibles y fluidas de conexión que no estén atadas a normas preestablecidas.
4) ¿Te sientes cómodo con la idea de tener relaciones simultáneas?
La agamia reconoce que el amor y la conexión pueden manifestarse de diversas formas y no se limitan a una pareja (o al menos, no en el modelo tradicional de pareja). Aquellos que adoptan este estilo de vida optan por tener múltiples relaciones (que no parejas), siendo o no simultáneas, siempre y cuando exista una comunicación abierta, honesta y consensuada entre todas las partes involucradas.
5) ¿Tienes un concepto más amplio del amor y las relaciones y dejas atrás los convencionalismos?
El modelo tradicional de pareja tiene una idea del amor y las relaciones más limitada. Y aunque cada pareja es un mundo y tendrá sus expectativas e ideas (y cada vez hay modelos de pareja más «modernos»), en la pareja ‘tradicional’ se esperan una serie de cosas del otro (por ejemplo; tener exclusividad, conocer a la familia política, hacer planes juntos, tener un mínimo de compromiso…).
Sin embargo, en el caso de la agamia, este concepto de pareja se amplía. Atrás quedan las convenciones sociales, no hay exclusividad, simplemente se pueden tener relaciones, sexo, etc., pero sin llegar a comprometerse (y por supuesto, cada uno vive en su casa, se puede conocer a otra gente, etc.).
Foto | Portada (Película El diario de Bridget Jones, 2001)