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La Boda de Sandra y Joan en Madrid

18 diciembre, 2021

¡Qué ganas tenía de informar esta boda en el blog! Y es que el afirmación de Sandra me conmovió tanto que quería compartirlo con vosotros para animaros a opinar Sí al acto sexual independientemente de las circunstancias. Su boda fue maravillosa, como asimismo lo son estas imágenes de Click Fotografía.

«Tenemos que buscar que pasamos por momentos complicados y difíciles, donde perdimos en muchas ocasiones la ilusión, nos preguntábamos si positivamente era una trastorno seguir delante con nuestra idea de decirnos Sí quiero en fracción de una pandemia porque solo recibíamos preguntas como: ¿Qué vais a hacer?, ¿Vais a seguir delante?, ¿No posponéis?, ¿Entonces hay boda? Pero a pesar de todo, nos podían las ganas de casarnos, porque solo éramos necesarios Joan y yo a pesar de que siempre queremos estar acompañados de nuestros seres queridos. Pero es que la vida no se para, el tiempo pasa y no podemos seguir posponiendo nuestras vidas porque no sabemos qué pasará mañana. Hay que existir el momento tal y como nos toca vivirlo». Así es, un afirmación tan duro como auténtico, con el que muchas novias se sentirán identificadas.

Sandra y Joan se conocieron de Erasmus en Salerno, Italia. En 2015, los dos decidieron emprender esta aventura por separado y el destino quiso que la terminaran juntos. «Vivimos el mejor final de Erasmus que podíamos imaginar recorriendo cada día juntos la costa amalfitana y viviendo un montón de momentos únicos e inolvidables». Cuando la experiencia llegó a su fin, lo que parecía una despedida acabó convirtiéndose en el principio del delirio más peculiar de sus vidas. Y así fue como empezó su bonita historia de acto sexual.

Se comprometieron en 2019 en la playa de Trabucador del Delta de Ebro. «Un emplazamiento sumamente mágico para nosotros ya que fue el primer sitio donde estuvimos cuando volvimos de nuestra vida en Italia y siempre que vamos a su tierra nos reservamos nuestro momento allí para ver los atardeceres».

«Cuando empezamos a organizar nuestra boda, por un momento se nos pasó por la cabecera que tenía que ser donde todo empezó, en Italia, en nuestra costa amalfitana, pero sabíamos que mucha concurrencia importante para nosotros, como son los abuelos, no podrían estar a nuestro flanco. Entonces decidimos que haríamos nuestra boda donde los dos decidimos originarse una vida juntos, en Madrid». Si poco nos ha regalado esta pandemia es memorizar a valorar el tiempo con los nuestros.

La iglesia que eligieron para el Sí quiero fue Los Jerónimos, en Madrid. «Aquella iglesia ha sido refrendador de nuestros paseos con nuestra perrita Lola. Siempre que estábamos allí la mirábamos y decíamos: “Algún día será aquí”. Para nosotros fue todo un sueño tener adecuado la época que queríamos allí». Y así fue, el 19 de junio se casaron contra todo pronóstico. «Fue nuestra primera y única época porque por suerte no hemos tenido que posponer nuestra boda. Teníamos claro que pasara lo que pasara queríamos casarnos, con pandemia o sin pandemia, con mascarilla o sin mascarilla, con toque de queda o sin toque de queda, o con cualquier medida que nos impusieran en ese momento. Para nosotros lo importante era casarnos, decirnos sí a estar toda una vida juntos, sí al acto sexual y sí a una vida juntos, daba igual cómo, lo importante era hacerlo». Me en voz baja con estas palabras que esquema a la perfección el real significado del connubio.

Oportuno a que la decano parte de los invitados era de fuera de Madrid, dicidieron hacer una admisión preboda la tinieblas precursor en la tarro del Hotel Vincci 66, en Gran Vía. Para esa ocasión, Sandra lució un vestido diseñado por ella misma. ¡Estaba rutilante! «La preboda fue uno de los momentos que con más cariño regalo. Fue tan mágico reencontrarse con tanta concurrencia a la que queremos posteriormente de tanto tiempo sin vernos, y más posteriormente de los confinamientos y restricciones de movilidad». Qué dura se hace la retraso pero qué bonitos son los reencuentros.

Al día subsiguiente, Sandra se preparó en su apartamiento cercano a su grupo, sus amigas y su perrita, la cual cumplió un papel muy importante en su día acompañándola durante los preparativos. Para este momento, eligió una sobretodo a medida diseñada por Esmarfiles, regalo de sus padres. «Guadalupe supo ver mis gustos e hizo una sobretodo preciosa combinada con seda y encajes».

Los preparativos son momentos muy emocionantes en los que los sentimientos están a requiebro de piel. Sus amigas hicieron que estos instantes fueran todavía más especiales dedicándole unas palabras. Todavía, le regalaron una cautiverio de oro con un diamante y dos cuadros personalizados con la ciudad de Salerno y la frase «Todas las coordenadas me llevan a ti», con las coordenadas de la ciudad donde el destino quiso unir a la pareja. Un momento para rememorar siempre, y es que… ¡qué haríamos sin nuestras amigas!

Durante los instantes previos al Sí quiero, Sandra asimismo tuvo una sorpresa muy peculiar. Joan le envió un ramo de flores cercano a una nota que ponía: «Que estas flores te hagan estar todavía más rutilante. Te veo luego. Te quiero. PD: Puntualidad”. Estos detalles son los que hacen ese día inolvidable y a mí, personalmente, me encantan.

Por otro flanco, Sandra asimismo quiso sorprender a Joan, y le entregó, por medio de sus padres, una carta escrita de su puño y símbolo cercano a un pañuelo bordado con la frase “No nos quedemos con lo vivido, si no con lo que nos queda por existir. Ti ama tu mujer.”

El traje de Joan, fue diseñado y confeccionado a medida por Bere Casillas con tela importada de Inglaterra. Fue un diseño satisfecho de detalles, tal y como él quería. El color celeste marino fue el protagonista y un dibujo de cuadro muy sutil rompía con la sencillez, dándole un toque diferenciador y llamativo. Para el forro de la chaqueta, los tirantes y el pañuelo, arriesgó con un forro pardo con lunares blancos y flamencos, para hacer un parpadeo a su tierra y al emplazamiento donde le pidió connubio a Sandra. Los broches eran vespas, por todas aquellas veces que alquilaban una de ellas para recorres la costa amalfitana, los puños de la camisa iban bordados con sus iniciales y el chaleco de color blanco roto con un estampado que no dejaba indiferente a nadie. El look lo completaban unos Oxford de Lottusse. ¡A la horizonte está lo elegante que iba!

El equipo de Oui Novias fue el encargado de maquillar y peinar tanto a Sandra como a su principio. Eligió un maquillaje muy sencillo y natural con sombras suaves que resaltaban su vistazo. En cuanto al peinado, se decantó por poco más serio, formal y clásico con una tiara personalizada de María Mayz para la ceremonia, y poco más desenfadado para el banco y la mostrador escapado. Así que, la mejor opción fue un recogido desmontable que le permitió cambiar de look con un semirecogido.

Del ramo se encargó Flores Búcaro. «El ramo quería que fuera poco fresco y mínimo formal con los colores de la boda». Y así fue. Sandra añadió, por su parte, una medalla de la virginal del Carmen, en homenaje a su abuela Carmen que ya no está con ella, y una cinta color café con leche con las iniciales de la pareja y una frase muy peculiar para ellos. Sin duda, un ramo de novia con un gran valía sentimental.

Sandra lució un precioso diseño de Valenzuela. «Tenía claro que lo que quería de mi vestido es que me representara. Soy una persona muy sencilla, pero a la vez me gusta la moda, pero en presencia de todo la elegancia. Para mí la frase “menos es más” me define a la perfección y es lo que iba buscando. Cristina supo entenderme perfectamente. Solamente al ponerme telas por encima, pude imaginarme el vestido que estábamos diseñando y que tenía en mi mente y no pude evitar lamentar. En ese momento supe que posteriormente ver 12 atelieres, ese sería mi vestido y no podía ser otra diseñadora que ella la que lo hiciera verdad, que crease el vestido de mis sueños, y la verdad que fue mejor de lo soñado e imaginado». Y es que Cristina y sus diseños tienen poco muy peculiar que conquistan a todas las novias.

Para la ceremonia y el banco, Sandra eligió un vestido de crepé sobrio, clásico y con una pan dulce de brocado forrado con organza de 3,5 metros. Un diseño imparcial con una transigencia trasera en la falda y un derrama en la espalda de escándalo. Las mangas eran sutilmente abullonadas forradas de organza asimismo para que se mostraran con prominencia. Para completar el look, apostó por un velo plano de tull en color café con leche bordado con la frase «Sì all’amore» con las iniciales de los dos, igual que en la cinta del ramo. Las novias veladas son mis favoritas y Sandra fue un flechazo total.

Los zapatos que eligió eran de rafia, de Figara. «Era cabal lo que buscaba, ya que quería que tuviera un punto de color y eran perfectos para los tonos de la corona».

En cuanto a las joyas, Sandra apostó por «menos es más», y lució solamente el anillo de pedida y unos pendientes en forma de suerte con diamantes a encaje con la corona. «No encontraba los pendientes que tenía en mi cabecera en ninguna bisutería de Madrid y te contacté preguntándote por joyeros que pudieran hacer un diseño concreto y me recomendaste a Álvaro Montejo. Una de las mejores recomendaciones que me han hecho porque supo vislumbrar mi idea, darle forma y hacer mis pendientes verdad. Hicimos unos pendientes en forma de puerco espín, suerte o de puntas con varias orlas de diamantes y un diamante central. Hicimos dos unidos por un diamantito. El de en lo alto más pequeño que el de debajo y desmontable la parte de debajo de la de en lo alto para poder usar los pendientes desmontables en mi vida cotidiana. Los pendientes fueron un regalo de mis padres». Acertado de haberte podido ayudar a encontrar los pendientes perfectos para tu look. Álvaro comprende a la perfección lo que buscas y sabe materializar tu idea para hacerlo verdad, sin duda lo recomiendo a todas las novias que quieran unos pendientes únicos y diferentes.

Luego, fue hasta la iglesia acompañada por su padre y su perrita en un coche antiguo de Chic Car, y a las 12 de la mañana dio principio la ceremonia, oficiada por un sacerdote amigo de la pareja.

Al salir al altar, los dos vivieron un momento muy peculiar de máxima complicidad. «Cuando llegamos a la iglesia y nos encontramos en el altar, me dijo: “Mira” y se abrió la saco enseñándome el bordado, entonces yo le dije: “Mira al final del velo” donde estaba asimismo el bordado de la frase en italiano. Ningún de los dos sabíamos mínimo y fue una sorpresa que nos quisimos hacer y al final los dos pensamos lo mismo».

«Cuando salimos de la iglesia, nuestra perrita Lola estuvo con nosotros. Quería que, aunque no pudiera entrar, estuviera asimismo allí con nosotros como tantas tardes habíamos estado los tres. Una invitada se quedó fuera con ella durante toda la ceremonia para que cuando saliéramos la soltase y subiera corriendo las escaleras con destino a nosotros y bajáramos los tres juntos».

La celebración tuvo emplazamiento en la Finca Prados Moros. «No podemos estar más felices con esta opción porque la atención fue más que perfecta. Ayer de mirar a Nacho o Ana para decirles qué necesitábamos, ya estaban ahí dispuestos a todo. Se encargaron de colocar todos los detalles y puestos que quisimos poner. La comida estaba riquísima y el emplazamiento tiene un encanto peculiar». No faltó detalle, todo estaba valentísimo y en las imágenes podemos ver el acto sexual con el que se preparó.

De la papelería se encargó Brote, de Estudio Requetébien, así como de las invitaciones. Se decantaron por sobres artesanos de color celeste y con el estampado de los azulejos representativos de Italia. Todavía, incluyeron el rosa y el amarillo para los detalles. Con ello, quisieron hacer remisión al mar, la buganvilla y los limones, principios típicos de la zona y que utilizaron asimismo para la ornamento de la boda como hilo conductor. Para el seating plan, eligieron pueblos de la costa amalfitana con su correspondiente ilustración que luego se encontraba en cada una de las mesas. Y detrás de los marcasitios, los novios dedicaron unas palabras a cada uno de los invitados. Como veis, no faltó detalle. «Fue una de las mejores elecciones, el resultado que te ofrece Brote supera por 10 las expectativas que pudieras tener. Le contamos nuestra historia y lo que queríamos transmitir. Supo representar con nota la esencia del sur de Italia de la costa amalfitana que para nosotros es tan peculiar». Y es que trabajar con ella siempre es un placer. Me encanta rodearme de mujeres emprendedoras que transmiten pasión e ilusión por su trabajo, y Brote es una de ellas sin duda.

Por otro flanco, Options fue el encargado de algunos principios del menaje, como las copas en celeste para continuar con la misma paleta de colores. Sandra y Joan, quisieron dar un toque diferente con posavasos de cerámica con el mismo diseño de las invitaciones, y este fue el regalo para los invitados. Por otra parte, lo utilizaron asimismo de plato del pan. ¡Una detalle muy llamativo y práctico! Por otro flanco, su principio confeccionó todas las servilletas con una tela que eligieron conforme al estilo de la boda, y las prepararon juntas. Un momento único y muy peculiar que recordarán siempre con mucho cariño.

Para la ornamento floral, contaron con Cristian, de Flores Búcaro. «Lo teníamos sobrado claro, queríamos crear un comedor como si estuviéramos en una de las calles de Amalfi o Positano, todo satisfecho de verde, limones y buganvillas». Y así fue, por unas horas he podido trasladarme a los maravilloso rincones de Italia. ¡Un espectáculo!

El cóctel lo amenizó Cosa de Dos Flamenco y fue todo un logro. «Los invitados disfrutaron un montón y les encantó ya que no se esperaban un coctel tan disfrutón».

La entrada al banco no dejó indiferente a nadie. «La hicimos con Flying Free y todos lo dimos todo. ¡Qué momentos de prosperidad!». Todavía, los invitados pudieron disfrutar de un videoclip que preparó la pareja contando su historia en el emplazamiento donde se conocieron. Una forma muy llamativo de hacer una entrada por todo lo suspensión.

Durante la comida, hubo momentos muy emocionante. Los novios aprovecharon para mostrar su cariño a las personas más importantes para ellos y entregaron ramos, billetes de crucero, pañuelos bordados… Me encantan los detalles personalizados que con tanto cariño y mimo se preparan. Estoy segura de que a vuestros familiares y amigos les encantaron.

Lo que desde luego no faltó en esta boda fueron los detalles. A Sandra y a Joan no se les escapó mínimo, y por eso asimismo pusieron un puesto de alpargatas, otro de dulces, de sombreros de paja y por si fuera poco, asimismo repartieron puros. ¡Los mejores anfitriones del mundo!