Es frecuente, que los más pequeños de la casa a lo largo de los meses fríos padezcan múltiples constipados taponándoseles la nariz y que a veces les resulte complicado el poder respirar, el degustar los comestibles e inclusive sentirse incomodos en el momento de dormir ya que no pueden aspirar aire sencillamente. Los mocos, son un mecanismo de defensa contra ciertos virus o bacterias. Son molestos, tanto para los bebés para las personas adultas, ya que impiden poder hacer ciertas cosas con normalidad.
En esta publicación, vamos a aclarar una de las dudas más repetidas por los progenitores y es, si se puede ahogar mi bebé por mocos. Estos, se pueden generar de diferentes formas, mas como normal general cuando aparecen no tienen por qué señalarse nada grave, si bien si ocurre que cuando lo hacen en bebé nos salte una alarma interior.
Hay que estar muy al tanto de que los bebés los expulsen o, asistirle a ello a fin de que no se hallen molestos, con sensación de ahogo y desde luego que no dejen de comer. Como progenitores, habréis de estar atentos y asistirles en la mayor medida posible a que respiren con determinada normalidad ya que los mocos acostumbran a ocasionar molestias en los pequeños.
¿Por qué los tomas tienen mocos?
La producción de mocos como hemos indicado en la introducción, aparece como un mecanismo de defensa ante diferentes organismos. Pese a esto, es esencial rememorar que en los bebés una rebosante producción de mocos puede llegar a impedir que el pequeño respire con normalidad. Los orificios de su nariz, son aún pequeñísimos y estrechos, por lo que la supresión del moco de forma natural es posible que no funcionen tan apropiadamente como en edades más avanzadas.
Recordar que, a lo largo de los primeros meses de vida, los pequeños no tienen desarrollado el reflejo de respirar por la boca, solo lo hacen por la nariz. Si tu pequeño tiene mucha producción de mucosidad, al no respirar por la boca y que su pequeña nariz empiece a taponarse puede complicarse el proceso de respiración.
Los pequeños tendrán mocos a lo largo de la enorme mayoría de su niñez, sea la estación que sea, y en la mayor parte de ocasiones no vas a deber sobresaltarte por este motivo. Lo que siempre y en todo momento os aconsejamos es que asistáis a vuestro pediatra, para eludir otros males como una posible otitis y otras dificultades.
¿En qué momento debo preguntar al pediatra?
Nosotros, desde acá os recomendamos que frente a la menor duda que tengáis sobre lo que le puede suceder al pequeño os pongáis en contacto con vuestro pediatra a fin de que o , haga una evaluación y tome las resoluciones indicadas.
Deberéis tomar en consideración, si los mocos vienen acompañados por otros síntomas como puede ser una fiebre elevada. Otro aspecto a estimar, es cuánto han estado a lo largo de estos síntomas, si son solo un día, 3, o más. Con esto, vas a poder asistir al médico a descartar posibles infecciones.
Hay que prestar atención asimismo, a si aparecen tos seca o mucosa, flemas, complejidad en la respiración, si deja de comer, síntomas que debes rememorar para comentárselos al especialista. Asimismo pueden presentarse dolor de oídos, irritación de garganta o complejidad en el momento de dormir.
En cualquier caso, como te hemos señalado contacta con tu médico ya sea personal o de forma telefónica, explícale cuales son los síntomas que presenta tu bebé y el va a ser quien tome las mejores medidas en lo que se refiere a cuidados y tratamiento.
¿De qué manera se pueden calmar?
Sobre todo, hay que sostener la calma y asistirles en todo lo que resulta posible a fin de que los expulse. Existen múltiples técnicas para esto, mas siempre y en todo momento bajo aceptación de un especialista.
Lavados nasales
Es esencial, adecentar la nariz de los bebés tanto por la parte interior como por fuera. El instante indicado para efectuarlo, es cuando tu pequeño esté más tranquilo. Debes humidificar las fosas y con ayuda un pañuelo, retirar los restos. Consulta a tu pediatra para poder ver el producto indicado para tu bebé.
Ambientes húmedos
Lo más aconsejable, es hacerte con un humidificador de aire para sostener un entorno húmedo. Esto, evitará que las mucosas del bebé se sequen y además de esto favorezcan su expulsión. Recuerda, que estos aparatos no deben estar activos las 24h del día, es conveniente ventilar las habitaciones tras su uso.
Aspirador nasal
Las conocidas peras nasales, son realmente útiles para asistir a despejar la nariz. Solo debes introducirla en la nariz del pequeño, cuando anteriormente la hayas presionado e ir soltándola poquito a poco. Son útiles, mas no es recomendable abusar de ellas.
Si tu bebé presenta mocos puedes probar con alguno de estos antídotos u otros que tu conozcas, caso de que estos no desaparezcan y se presenten otros síntomas, recuerda asistir a tu médico para una evaluación. Recuerda estar apacibles, ya que es muy normal que los bebé tengan mocos, mantenlo hidratado, calmado y con un buen reposo.