Ser madre es una experiencia hermosa para la mayor parte de las mujeres que marca indudablemente un culmen en sus vidas. Supone la aparición de una nueva identidad en la mujer ya que implica el desarrollo de nuevas habilidades referentes a la crianza. Recordemos que con el nacimiento del hijo, nace asimismo la madre: a ser madre, se aprende. Muchas mujeres desean conocer cuáles son los mejores consejos para ser una buena madre.
El estilo de maternidad dependerá de la personalidad de cada mujer y sus valores, por lo que no hay unas reglas fijas que señalen de qué manera ser una buena madre mas sí una serie de recomendaciones útiles para otorgar la mejor educación a los hijos y sobre todo para eludir caer en patrones de crianza tóxicos perjudiciales para tu hijo/a. Ahora te contamos una serie de consejos orientativos para saber de qué manera ser una buena madre.
Los mejores consejos para ser una buena madre
Pon límites
Poner límites significa poner reglas a las pautas de comportamiento del pequeño a fin de que tenga un desarrollo adaptativo a la sociedad. Habrán de ser reglas breves y congruentes con la edad del pequeño y siempre y en toda circunstancia deben explicarse con amor, que el pequeño entienda por qué se le ordena un determinando comportamiento y no caer en la imposición de reglas inquisitivas.
Sé su ejemplo
La familia es el primer agente sociabilizador que hallan los pequeños en sus vidas. Estos son enormemente miméticos con su ambiente y copian lo que ven. Así que es esencial, por servirnos de un ejemplo, eludir discutir con tu pareja delante de ellos (un fallo usual) y practicar la afabilidad en el trato con el resto. Da ejemplo con conductas convenientes pues tu hijo te observa continuamente.
Practica la escucha activa
Oír no es exactamente lo mismo que oír. La escucha implica poner atención a lo que te afirman, en un caso así a tus hijos. Y no solo consiste en comprender el componente racional (ideas, creencias…) de lo que te expresan, asimismo supone atender la carga sensible (sentimientos, emociones…) que llevan sus palabras, en ocasiones esto último más si cabe, puesto que no disponen de suficiente recursos lingüísticos para expresar bien lo que sienten. En este sentido, es esencial ser intuitivos con lo que les pasa.
Valida sus emociones
Validar es dar valor, relevancia o espacio a las emociones que tus hijos sienten, sin que eso implique necesariamente estar conforme con ellos. Mas es esencial concederles el derecho que tienen a ser humanos con emociones de todo género. Castigarles o reprocharles por sentirse de un determinado modo jamás va a ser acertado. Ellos deben poder expresar de manera libre sus emociones, sin miedo: eres su cobijo. En caso contrario medrarán pensando que están sólos o que hay algo malo en ellos por sentirse de qué manera se sienten y esto es la antesala al desarrollo de trastornos sicológicos en el futuro.
Revisa tu estilo parental
El estilo parental se refiere al género de relación que establece la madre o el padre con su hijo y en dependencia de de qué manera sea esta las consecuencias para el hijo van a poder ser positivas o negativas. Existen diferentes estilos parentales: democrático, déspota, permisivo e indiferente. De todos , el democrático es el más saludable, puesto que se fundamenta en el trato respetuoso y la comunicación afirmativa con los hijos. El resto son bien poco o nada aconsejables ya que la rigidez en el trato, la indiferencia o la excesiva permisividad van a dar de qué manera resultado pequeños dependientes, irascibles, retraídos o malcriados.
No olvides que prosigues siendo una mujer
La maternidad en los primeros años es una labor a tiempo completo y muy demandante. Mas no olvides que prosigues siendo , exactamente la misma persona, exactamente la misma mujer, solo que además de esto ahora eres mamá. Con esto deseamos decir que la vida no se termina con la maternidad, que puedes y debes continuar gozando de las actividades que siempre y en toda circunstancia te han agradado realizar y si ahora hallas contrariedades para esto, delega. No eres mala madre por precisar gozar de instantes para ti, todo lo opuesto, si eres feliz tu hijo te lo agradecerá, puesto que le vas a estar contagiando tu bienestar. Por tanto, no olvides que la mejor forma de ser una buena madres es siendo una mujer que se quiere a sí.
Disfruta tu maternidad
¡Y sobre todo goza! No se trata de ser una madre perfecta sino más bien de ser la mejor madre que puedas para tu hijo. Permítete confundirte, ser madre no es nada simple mas es un regalo de la vida que mereces gozar y tu hijo asimismo.