¿Positivamente los bebés recién nacidos son feos? Es una cuestión que deriva a varios aspectos, ya que puede ocasionar un debate con varias formas de observar el inicio de un bebé. Un bebé puede no tener un aspecto atún cuando nace, pero es poco que sucede en algunos casos. Hay que pensar que su rostro a permanecido muchos meses sumergido en el nítido amniótico y en un espacio escaso, por lo que sus facciones se pueden resentir con un aspecto poco agradecido.
Pero no son todos los casos iguales, solo es una apariencia que cariñosamente y con el paso de los días se volverá muy entrañable. El aspecto más atún y sólido se podrá visionar cuando ya han transcurrido varios meses, por lo que es un caso muy concurrente y que ocurre con la mayoría de los bebés.
¿Qué aspecto tiene un bebé cuando nace?
Un bebé antaño de germinar tiene que suplir con un proceso gestacional, permanece teóricamente nueve meses en el interior de la barriga de su religiosa y luego atravesar el canal del parto. Hay bebés que nacen con una fisionomía bonita y es lo que esperan muchos padres, pero otros nacen arrugados, con el cráneo poco alargado, con un rostro hinchado, enrojecido o morado, una piel pálida y el atributo más característico es tener una napias aplastada y achatada.
Depende de cómo haya acontecido el parto hay bebés que sufren con alteraciones en el cráneo, sobre todo si han nacido en un parto natural y más sobre todo si ha resultado complicado con la ayuda de ventosa o fórceps. Por otro flanco, los bebés que nacen por cesárea no suelen presentar este aspecto.
Los bebés recién nacidos han permanecido en el interior del vientre de su religiosa con un espacio estrecho y con menos linaje y oxígeno. Es ordinario que su apariencia sea de un cuerpo arrebujado, envuelto de una película grasosa y con un tono azulado. El tono garzo se debe a que la linaje todavía no se ha regado adecuadamente hasta sus extremidades, se necesitarán algunos días para que torne a un tono de piel ordinario.
La piel es gruesa y con costra
Cuando un bebé nace, su piel aparece rugosa a la apariencia y más gruesa. Tiene una capa grasosa y blanquecina que recubre toda la piel y recibe el nombre de Vérnix caseosa. Esta capa ha ido cubriendo su piel en el interior del vientre durante el posterior mes de preparación.
La Vérnix ha cubierto su piel para protegerla de diversos factores, ya que regula su temperatura, evitará que exista una deshidratación de la exposición de la piel en el garbo y crea una barrera inmunológica. Aunque parezca poco desagradable de ver, es totalmente inofensiva.
El lanugo
Es un vello fino que recubre el cuerpo del bebé. Algunos niños nacen cubiertos de este pelo con un color bruno o incoloro, pero no hay por qué preocuparse, ya que al lugar de unos 3 a 6 meses va desapareciendo.
El lanugo tiene otro objetivo en la protección de la piel del bebé, ya que permite que la capa de crasitud y piel muerta (la Vérnix caseosa) se una a esta a modo de defensa para proteger la cutícula, ya que la piel no debe tornarse a ser fina y sensible.
El bebé cambiará entre las dos primeras semanas con una gran notoriedad. Es ordinario que al germinar haya padres preocupados por su apariencia o aspecto de la piel, pero positivamente solo se puede esclarecer dicha duda preguntando al neonatólogo.
Como ya hemos comentado, a parte de ver un rostro arrebujado inmediato a un cuerpo blanquecino y con vello, la parte blanda de las fontanelas en el cráneo asimismo pueden hallarse alteradas. Permanecerán muy blandas, como si hubiese huecos sin soldar. Eso es correcto a que el cráneo permitirá que el cerebro vaya creciendo a lo generoso de los 18 meses siguientes, hasta que termine de sellarse. Asimismo es ordinario observar un tono de fanales demasiado claro, que en muchos casos oscurecerá. O que las piernas tengan una apariencia arqueada que irán fijándose erguidas con el paso del tiempo.