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así piensan las mamás que prohíben que sus hijos duerman fuera de casa

28 junio, 2023

Para algunas familias, las fiestas de pijama son consideradas una de esas actividades ‘básicas’ de la infancia, que da a los niños una experiencia divertida y renombrado cercano a sus mejores amigos. Pero para otras, son poco a evitar.

Hablamos con algunas madres que pertenecen a este segundo colección y que nos explican los motivos por los que no permiten que sus hijos vayan a fiestas de pijamas ni duerman fuera de casa.

Cómo organizar una fiesta de pijamas para niños y qué necesitas para decorarla

Fiestas de pijamas, ¿por qué no?

Hay personas que adicionalmente de considerar las fiestas de pijamas como una de las experiencias más memorables de su infancia, las ven como poco que enriquece a los niños y les permite desarrollar ciertas habilidades sociales, al permitirles tener un espacio para ellos a solas con sus amigos cuando aún no son lo suficientemente mayores para salir a la calle solos.

Pero algunas madres consideran que, aunque pueden ser una experiencia divertida, no son en realidad necesarias:

«Cuando yo era pupila mis papás nunca me dejaron ir a una fiesta de pijamas, y la verdad es que no siento que me haya perdido de poco«, nos cuenta Alissa. «Ahora que tengo a mis tres hijas entiendo que no se hayan sentido confiados o las hayan trillado como poco innecesario, hay muchas otras formas de que los niños socialicen y fortalezcan sus conocidos. Mis mejores amigas de la infancia y yo éramos muy unidas y no fue necesaria una fiesta de pijamas para lograrlo«.

Para otras madres, no permitir que sus hijos asistan a fiestas de pijamas es poco que les da tranquilidad, puesto que nunca se termina de conocer a las familias:

«En mi caso en particular he escuchado casos en los que estas fiestas terminan mal y prefiero evitarle un rato amargo a mi hijo. Hay familias en las que hay problemas o no le prestan suficiente atención a los niños… al menos no como nosotros lo haríamos. Entiendo que no podemos protegerles todo el tiempo, pero mientras sea pequeño no me gustaría exponerlo a situaciones complejas que pude sobrevenir prevenido al proponer que no«, explica Mariana.

En el caso de Telma, las fiestas de pijamas no están a consideración por los posibles peligros que puede sobrevenir en las casas de otras familias:

«Sé que no es igual en otros países, pero donde yo vivo muchas familias tienen armas en casa y sinceramente no es un aventura que esté dispuesta a valer. Adicionalmente, en algunas casas no sólo viven padres e hijos, incluso hay primos, tíos y otras personas que no conocemos en realidad ni sabemos qué hábitos tienen«, explica.

Ana expresa un sentimiento de desconfianza similar, especificando que su incompetencia a las fiestas de pijama puede ser un cuestión cultural y considera que es mejor advertir que implorar:

«Creo que como mamá latina, nuestras propias madres no nos dejaban ir a pijamas a casas de amigos por los múltiples peligros a los que se podrían exponer innecesariamente los niños, como abusos de parte de las personas que habitan aquella casa, que se presente algún incendio o fuga de gas y mis niños no puedan salir o alguna de las historias de terror que contaba mi raíz. Escribiendo esto, me doy cuenta que todos estos miedos son transmitidos y puede que sean o no potenciales peligros, pero por si las dudas, no los dejo ir.«

Por otro banda, uno de los principales motivos por los que muchos padres no permiten a sus hijos adormecerse fuera de casa son los casos de tropelía de niño, que suelen ocurrir con anciano frecuencia de la que se paciencia durante una fiesta de pijamas :

«Sé que muchas personas tuvieron buenas experiencias al asistir a fiestas de pijamas, pero conozco familiares y personas cercanas que no tuvieron la misma suerte. Algunos fueron víctimas de tropelía sexual e incluso con terapia siguen teniendo dificultades en su vida personal a causa de esto. Prefiero no valer riesgos, mi hija no duerme en casas ajenas«, cuenta Julia.

La alternativa de algunas familias es permitir que los niños tengan una fiesta de pijamas pero sin quedarse a adormecerse, es proponer, dejándoles que pasen la tarde haciendo lo que regularmente harían al estar en una reunión de este tipo, pero recogiéndolos antaño de la hora de adormecerse:

«Decidimos inquirir un punto medio y tener lugar por ellas aproximadamente de las 9 p.m. es lo que mejor nos ha funcionado… Nuestras hijas pueden conducirse la experiencia de una tarde con sus amigas, pero quedarse a adormecerse no está permitido. Creo que de este modo todos tenemos lo que deseamos: nuestras hijas no se pierden esa experiencia con sus amigas y nosotros tenemos tranquilidad y prevenimos situaciones de aventura o peligro«, comparte Nora.

La tendencia de «no fiestas de pijamas»

La regla de no asistir a fiestas de pijamas es poco más frecuente de lo que se piensa. Hace algunos meses se viralizó el vídeo en TikTok de un psiquiatra de niño y padre de seis hijos, que explicaba que las fiestas de pijamas son una de las cinco cosas que nunca haría o permitiría hacer a sus hijos.

En un segundo vídeo, comparte más a fondo el por qué tiene una regla de «no fiestas de pijama» para sus hijos, explicando que muchas de las historias de tropelía, trauma y exposición a situaciones o cosas inadecuadas suceden en las fiestas de pijamas, pues son momentos en los que los niños tienen menos supervisión adulta y están en colección, dos factores que las hacen una oportunidad perfecta para que hagan cosas sin pensarlo o por presión de otros.

En los comentarios hubo quienes criticaron la postura del doctor, mencionando que las fiestas de pijama son uno de los mejores expresiones de su infancia, pero incluso recibió apoyo de personas que pensaban como él, particularmente de maestros, trabajadores sociales y otros médicos que han atendido casos de fiestas de pijamas que dejaron algún impacto placa en los niños.

Ésta no es la primera ocasión en la que vemos a un profesional tocar este tema. Hace algunos meses, compartimos el vídeo de detective de crímenes contra niños, que señalaba que siquiera permitía a sus hijos asistir a fiestas de pijamas, principalmente por los casos de tropelía de niño en los que había trabajado.

Las tres cosas que una detective de crímenes contra niños no permite hacer a sus hijos para prevenir el abuso infantil

¿Cuál es la valentía correcta?

La crianza de los hijos es poco tan confuso que en más de una ocasión nos preguntaremos si estamos haciendo las cosas adecuadamente o si hemos tomado las mejores decisiones. Y cuando se negociación de la fiesta de pijamas, parece no sobrevenir un consenso.

Los padres que permiten que sus hijos asistan pueden sentirse mal si les dicen que no y les «quitan» una experiencia propia de la infancia, mientras que quienes les prohíben asistir se preguntan si no estarán sobreprotegiendo a sus hijos o se negociación de una medida excesiva.

Al final, como en muchas otras cosas relacionadas con la crianza y cuidado de los hijos, la valentía final corresponderá al pensamiento y las circunstancias de cada clan.

Foto de portada | Kampus Productions en Pexels