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¿Son normales los ataques de ira en los niños pequeños?

19 abril, 2024

ira

Los niños son seres que se están formando y desarrollando por lo que van a experimentar emociones de todo tipo. Estas emociones van a repercutir en ellos mismos y en los propios padres. Los famosos ataques de ira están presente en la infancia y suponen un auténtico desafío para los propios padres. Hay ocasiones en el que los mismos provocan un gran de estado de frustración y de impotencia del que es complicado salir. Estos estallidos emocionales que sufren los niños pueden consistir en rabietas intensas a situaciones de frustración y enfado. Lo que debe quedar claro es que las mismas pueden llegar a ser desconcertantes a la vez que agotadoras para niños y padres.

A raíz de esto suele darse la siguiente pregunta: ¿son dichos ataques de ira normales en la infancia?. En el siguiente artículo vamos a ayudarte a dar respuesta a dicha pregunta y a darte estrategias para conseguir manejar dichos ataques de ira.

Los ataques de ira en los niños

Los ataques de ira en los niños son situaciones en las que el pequeño sufre una pérdida temporal del control de sus emociones, expresando su frustración, enfado o disgusto de una manera bastante intensa. Estos ataques de ira pueden manifestarse de múltiples formas o maneras. Hay veces que el niño opta por gritar y llorar a patalear o golpear ciertos objetos o personas.

En cuanto a los motivos que propicia dicha conducta, dichos ataques pueden ser desencadenados por múltiples factores que van desde el hambre o el cansancio a la frustración. Por desgracia hay que indicar que dichos ataques de ira son normales y habituales en los niños. En tal caso, los padres deben seguir una serie de pautas que ayuden a manejar dichos ataques.

Factores que contribuyen a los ataques de ira en los niños

Hay una serie de factores o causas que van a contribuir a que los niños sufran ataques de ira o de enfado:

  • Los niños cuando son pequeños están aprendiendo a regular sus diferentes emociones, y los ataques de ira pueden ser una manifestación clara de la dificultad que tienen para poder manejar sentimientos intensos como la frustración y el enfado.
  • Los niños van a tener deseos y necesidades, y cuando no pueden cumplirlas, pueden sentirse frustrados y expresar dicha frustración a través de los ataques de ira.
  • Los niños suelen imitar el comportamiento de los adultos y de otros niños que hay a su alrededor. Si ven que los adultos expresan su ira de una forma, es muy posible que imiten este tipo de comportamiento.
  • El entorno que rodea al niño también puede ser un factor directo en los ataques de ira. Factores como el estrés en el hogar familiar, los cambios en la rutina o ciertos eventos como es la separación de los padres o la muerte de un ser querido, pueden provocar que se produzcan los temidos ataques de ira.
  • Hay casos en los que los ataques de ira en los niños, pueden indicar que existen problemas subyacentes bastante más graves, como es el caso de trastornos del comportamiento o dificultades en el aprendizaje. En tal caso, es esencial que los padres estén atentos a dichos patrones de comportamiento y buscar la ayuda de un buen profesional.

enfado

Cómo manejar los ataques de ira en los niños

Si bien los ataques de ira en los niños pueden suponer un auténtico desafío para muchos padres, hay estrategias que hay que poner en práctica, con el fin de ayudar a los niños a aprender a manejar sus emociones:

  • En primer lugar, los padres deben ayudar al niño a identificar y expresar sus emociones de una manera constructiva. Hay que enseñar estrategias como es la respiración profunda o contar hasta diez para que lo niños sepan hacer un buen control de las emociones.
  • Es importante establecer una serie de límites que sean claros y consistentes con respecto al comportamiento que pueda tener el pequeño. Hay que conseguir que el niño entienda las consecuencias que van a tener todas sus acciones. En ocasiones la falta de estos límites dentro del entorno familiar hace que los ataques de ira se sucedan continuamente y con mucha asiduidad.
  • Como ya hemos comentado más arriba, los niños aprenden observando lo que hacen sus padres. Es por ello que que se debe expresar y manejar la ira de una manera saludable y evitar reaccionar con ira cuando surja la frustración. Malos comportamientos dentro del hogar van a provocar que los niños muestren conductas basadas en la ira y en el enfado que son complicadas de manejar.

ataque ira

  • Se debe animar al niño en todo momento, a hablar sobre lo que está sintiendo en lugar de que termine actuando de una manera impulsiva. Los padres deben escuchar de una manera activa todas sus preocupaciones y ayudarlos a encontrar soluciones a los problemas a los que se enfrentan. Mantener una buena comunicación es esencial para que el pequeño pueda canalizar su ira y los padres sepan tratarla manera adecuada.
  • En el caso de que el niño se capaz de manejar la ira y controlar todas sus emociones, hay que elogiarlo y felicitarlo por el esfuerzo realizado. El refuerzo positivo puede motivar al niño a seguir utilizando estrategias que permitan manejar sus emociones y evitar la temida ira.

En definitiva, los ataques de ira en los niños son una parte necesaria dentro del desarrollo infantil y pueden ser una experiencia frustrante tanto para los niños como para los propios padres. Sin embargo, es importante hacer hincapié en el hecho de que estos episodios son normales y que existen diferentes estrategias,  a la hora de ayudar a los niños a aprender a manejar sus emociones saludablemente.

Los adultos van a desempeñar un papel crucial y clave en lo que respecta al desarrollo emocional y social de los niños. En el caso de que los ataques de ira persisten e interfieran en la vida diaria del niño, es importante buscar la ayuda de un profesional que supiera tratar cualquier problema subyacente en la conducta del niño.