Las contracciones durante el embarazo es un hecho que siempre está presente. Pero no nos vayamos a alarmar, ya que están hechas bajo una misión y no todas tienen por qué ser iguales durante todo el embarazo, ni de igual forma, ni de igual intensidad… ni si son molestas o dolorosas. De hecho, muchas de ellas se las ha denominado Braxton Hicks o prodómicas, dependiendo de su momento, forma o intensidad. Pero ¿cuántos días se puede estar con contracciones antes del parto?
Las contracciones puedes durar muchos días o semanas, pero si hablamos de las contracciones reales, las de antes del parto, apenas pueden durar tan solo unas horas o como mucho varios días, ya que están preparadas para ser intensas y dar paso al alumbramiento. Las contracciones Braxton Hicks son las denominadas “falsas” y son las que analizaremos más detalladamente.
¿Cuántos días se puede estar con contracciones antes del parto?
Las contracciones son muy significativas y su duración puede ser dispar dependiendo de su tipología y de su momento. Están las de tipo Braxton Hicks que se manifiestan en la semana 20 y que pueden durar durante todo el embarazo.
Después están las contracciones del parto prematuro que aparecen entre la semana 37 a 42 semanas, pero al ser irregulares pueden durar días. Finalmente están las contracciones del parto, que pueden durar de 2 a 3 días, siendo mucho más intensas y preparando la dilatación final para que se propicie la expulsión del bebé.
¿Qué son las contracciones de Braxton Hicks?
Estas contracciones aparecen entre el segundo y el tercer trimestre del embarazo. Se sienten pequeñas, dónde el vientre se tensa y se siente firme al tacto y luego se relaja. Pueden llegar a ser un poquitín molestas, pero en la mayoría de las ocasiones ni siquiera se siente nada de dolo, solo se siente que el vientre se tensa.
Su función es ayudar a tonificar la zona y los músculos uterinos, con la finalidad de que la placenta tenga que estar preparada para el momento del parto. No hay que preocuparse por este hecho, ya que es totalmente normal. Pueden aparecer desde la semana 20 del embarazo hasta su recta final o entre las semanas 28 a 30.
Contracciones prodómicas
Estas contracciones son mucho más intensas que las anteriores y están indicadas para prepararse en la recta final del parto. Se suelen sentir en la última semana del embaraza y suelen ir acompañadas de la expulsión del tapón mucoso y del acortamiento del cuello del útero. Estas contracciones se manifiestan con un pequeño dolor, duran entre 30 a 45 segundos y son irregulares, con intervalos de unos 5 a 20 minutos. Como podemos observar, ya solo nos quedará poco para la recta final, tan solo estamos esperando unos pocos días para tener al bebé.
Las auténticas contracciones de parto, las de la dilatación
Estas contracciones son las que interesa conocer a fondo, las que se suelen manifestar en la fase final y tienen un ritmo regular. Aunque estas contracciones ya son las decisivas y se consideran dentro del trabajo final, este proceso puede durar entre 2 a 3 días.
Pueden ser leves a moderadas, con una duración de 30 a 45 segundos, aunque llegan a ser espaciadas. En este caso ya se notan bastante molestas e incómodas, ya que el vientre se mantiene más tenso, con un dolor de riñones y que se va dirigiendo hacia el vientre.
Estas contracciones ya irán haciendo que se produzca la dilatación, comenzará entre los 3 centímetros a 4 centímetros hasta su dilatación total. Durante el transcurso de las horas, las contracciones serán más intensas y frecuentes. Eso sería tener una contracción cada 2 o 3 minutos que durará alrededor de 50 a 70 segundos.
Las contracciones de transición se manifiestan cuando el cuello del útero se borra (cuando alcanza una dilatación de 2 a 4 centímetros). En este momento es cuando el bebé ya comienza a descender por con canal vaginal y las contracciones son mucho más largas, intensas y continuadas (duran hasta 90 segundos y se dan cada minuto y medio aproximadamente).
¿Cuándo hay que acudir al hospital?
Es importante saber que las dilataciones finales se ofrecen a un ritmo normalizado e intenso, pero en cada mujer se pueden marcar de una forma diferente. Porque las contracciones ya sean muy intensas no quiere decir que el parto sea inminente, ya que, si no se ha roto la bolsa amniótica o no se ha roto aguas, no sería el signo final. Otro indicio sería que la mamá no se encuentre bien, que haya otros signos de alarma o que la distancia al hospital sea bastante larga.
Una vez en el hospital se monitorizarán las contracciones y se palpará con la mano para comprobar cuánto se ha dilatado el cuello del útero. Como hemos mencionado anteriormente, se ha de comenzar desde los 3 centímetros hasta los 10. El tiempo para que lo haga una mujer lo hará a su ritmo, puede hacerlo con 1 cm cada hora o en cuestión de muchos centímetros en pocas horas.
Entre los 3 a 4 centímetros de dilatación se suele administras la epidural para que se deje de sentir dolor. Esta solicitud dependerá de lo que escoja la mujer, ya que es una decisión personal. Hoy en día es una de las mejores opciones para dejar de sentir ese molesto dolor de las contracciones y en el momento de la expulsión en el parto, al menos para reducir la ansiedad que conlleva ese momento tan intenso. Hay que tener en cuenta que la epidural también tiene sus efectos secundarios, ya que puede provocar el pinchazo de la aguja dolores en la espalda o una bajada de presión sanguínea en la madre o el bebé.
Las contracciones de expulsión
Estas contracciones son las finales y más intensas. En este momento la madre tiene que poner toda su fuerza para poder expulsar al bebé y hacer su último esfuerzo. Hay un equipo médico que le ayudará para que tenga que valorar cuál es el momento de la expulsión, cuando tiene que respirar, recuperar fuerzas y empujar. Se puede alargar este proceso hasta 40 minutos, sobre todo si la madre ha sido primeriza.